jueves, 16 de octubre de 2008

LA RELIGION ANTE LA CULTURA ACTUAL, REPENSAR LA RELIGION

J. AMANDO ROBLES ROBLES, “LA RELIGION ANTE LA CULTURA ACTUAL, REPENSAR LA RELIGION”
RESEÑA, PARTE I: LA RELIGIÓN EN CRISIS. CRISIS Y DUELO

Este texto fue escrito por J. Amando Robles Robles, un teólogo costarricense graduado de la Universidad San Esteban de Salamanca, y hecho doctor en la Universidad de Lovaina; es profesor en la Escuela Ecuménica de ciencias de la religión e integrante del grupo investigador “red PASOS”. En el texto de Robles, se destaca básicamente, la idea de la “religión en crisis”, y bajo este punto de vista, propone volver a “repensar la religión” en términos de la nueva cultura que se ha venido formando en el ámbito moderno; Robles también plantea, que la religión está pasando por momentos de incertidumbre muy grandes, y que ello es causa de que muchos contenidos religiosos, antes aceptados, ahora son rechazados; Robles también propone, que para superar la crisis, la religión deberá de adaptarse a los nuevos retos que exige la cultura moderna, pero sin dejar perder la esencia que tanto reúne adeptos.

Para nadie es desconocido que la religión está pasando por uno de sus peores momentos, que el factor religioso no acaba de encontrar cabida en la modernidad, y que el único camino para acabar con este “duelo” es justamente repensar la religión en términos de la cultura moderna. Robles propone que dentro de las iglesias se desploma cada vez la figura de Jesús, y que los dirigentes católicos y cristianos sienten un verdadero dolor, un profundo resentimiento que tiene sus más profundas causas en el hecho de que las cosas no volverán a ser como antes, y sobre todo, ya no se podrá volver a vivir con la seguridad en las doctrinas; Robles lo resume en la siguiente cita: “Crisis aquí significa pérdida grave de credibilidad por lo que refiere al mensaje. Contra lo que muchos piensan, la crisis actual es de contenidos no de personas, es de concepción no de fidelidad. Contenidos enteros que tiempos atrás fueron evidentes y aceptados como tales, hoy son rechazados. Por lo que refiere a ciertos aspectos se tiene la impresión de estar asistiendo a un verdadero desplome. Y esto produce mucho dolor. De ahí la sensación real de duelo. Las iglesias lo vienen haciendo desde hace rato. Aquí, como cuando alguien ha visto roto su proyecto, el dolor es porque ya no se puede vivir como antes, con la mismas expectativas y metas, con los mismos valores y experiencias, con las mismas seguridades” (ROBLES; 2). Los dirigentes católicos deberán de pensar en el hecho verdaderamente “triste”, de modificar ese panorama tradicional creado por Jesús desde hace tiempos milenarios.

Casi todos los teólogos consideran, que la única debilidad de la religiosidad, no radica en sus concepciones divinas, aun ni tan siquiera, en muchos de sus integrantes que le dan mala “imagen”, pues la fragilidad radicaría solo en su poca capacidad de adaptación al mundo moderno, lo que sugeriría un cambio radical de las doctrinas tradicionales que se han venido enseñando desde hace mucho tiempo. Robles plantea, que los momentos de crisis, son solo épocas de renacer, y que para la religión se convierte en un gran desafío, el lograr que ese renacimiento se haga posible en términos modernos: “Aquí hay más elaboración de duelo, sin duda; se han reciclado los valores y actitudes que más hacían sufrir, pero no se dejó emerger el ser nuevo que podía haber brotado” (ROBLES; 3). La religión deberá de revisar sus puntos más débiles y pulir sus enseñanzas más “perfectas”.

Mientras el hombre reconoce que en él debe existir un cambio, la iglesia debe reconocer de igual forma un cambio que logre establecer las dimensiones sociales, culturales, políticas e ideológicas tan complejas que tiene el hombre. La iglesia de ahora, no puede ser la misma que manejaba a esos reinos en la era medieval o que colgaba en una soga a todos los que fueran en contra de sus doctrinas. Una religión sin ataduras, sin prejuicios, libre, es todo lo que necesita el ser humano para vivir, es todo lo que falta para resolver muchos problemas de esta sociedad. No puede existir hombre que no encuentre en la religión elemento alguno para vivir, por eso, el proyecto del hombre moderno no podría ser posible, sin que existiera la religión en los diferentes estados de su evolución.

Número de palabras: 697

Link: http://www.jp.or.cr/catedra/biblioteca/articulos/JAR/religioncultuactual.pdf

Jose María Mardones: "ÉTICA CIVIL Y RELIGION. LAS PORTACIONES DE LA RELIGIÓN A UNA ÉTICA CIVIL EN LA SOCIEDAD DEL RIESGO"

JOSE MARIA MARDONES, “ÉTICA CIVIL Y RELIGION. LAS PORTACIONES DE LA RELIGIÓN A UNA ÉTICA CIVIL EN LA SOCIEDAD DEL RIESGO”
RESEÑA, PARTE 4: FUNCIONES DE LA RELIGIÓN EN LA SOCIEDAD CIVIL

Este texto fue escrito por el filósofo español José María Mardones, quien nació en 1926 y murió en el año de 2006 fulminado por un ataque al corazón; este escritor es uno de los filósofos vascos más recordados, primero por su prolífica carrera y segundo, por el récord de ventas de sus más famosos libros, entre los que se destacan: “Dialéctica y sociedad irracional. La teoría crítica de la sociedad de M. Horkheimer”, una de sus primeras obras, fue pionera en la recepción española de la Escuela de Frankfurt, una línea de trabajo que daría un nuevo fruto, veinte años después, en otra de sus destacadas obras: Habermas y religión (1998). El texto de Mardones, describe algunos de los campos en el que el factor religioso afecta casi directamente a la sociedad, y bajo este punto de vista estudia la forma en la que la religión logra moralizar junto con la ética las normas que guían a diversas sociedades. Mardones plantea el hecho casi evidente de la entrada de la religión en la sociedad, al plantear al hombre como el centro del mundo sagrado; otra de las proposiciones es que algunos de los mandamientos descritos por la ley divina se constituyen como fuentes y soportes fundamentales, al establecer normas en las comunidades; la última proposición a destacar, es que la religión logra penetrar al colectivo a través de ideologías políticas como la democracia.

Algunas de las religiones, por no decir todas, y especialmente las religiones tradicionales, sitúan al ser humano en el centro de sus enseñanzas y proposiciones, y eso debe ser, porque algunas de las cuestiones existenciales más “místicas” obedecen al orden humano. Mardones plantea que la religión logra entrar en el canal grupal a través del establecimiento, por lo menos teórico, del antropocentrismo; si ese factor religioso plantea al hombre como el elemento central, y es el hombre, el que configura el panorama social, podríamos concluir a modo deductivo, que la religión trabaja a la sociedad a través del canal antropocentrista; la siguiente cita podrá reseñar lo descrito anteriormente: “De una manera u otra, la religión responde a las grandes cuestiones fundamentales del ser humano: las preguntas sobre el amor y el sufrimiento, sobre la culpa y el perdón, sobre la vida y la muerte. El ser humano aparece en el centro de las religiones. Y en todas es enaltecido este ser humano con una dignidad sin par (cabe Dios, el Absoluto---.)” (CARDONES, 1995; 5). La presencia del respeto absoluto de la religión hacia el ser humano y hacia su dignidad, le configura un papel claro e importante en la alteración del mundo social.

Es interesante notar que aún las leyes morales, establecidas en países de profunda inspiración antirreligiosa, comparten rasgos similares en comparación con otras naciones, donde la creencia religiosa está por todos lados, y una de las razones más contundentes de esta conexión, son algunos de los 10 mandamientos establecidos por la ley divina. Mardones sugiere que, por ejemplo, normas universales de tipo moral como la paz, una cultura de la no violencia y del respeto a toda vida y a la naturaleza, se establecen bajo el mandamiento divino de “no matarás”, y ello sería solo un ejemplo de los tantos que Cardones proyecta en su texto: “la tolerancia y de una vida vivida con veracidad (no mentir), la solidaridad y de un orden económico justo (no robar), la igualdad de los derechos y por la hermandad entre hombre y mujer y todos los seres humanos sin distinción de razas (no prostituirás ni te prostituirás).” (CARDONES, 1995; 5). La aplicación de las leyes divinas en la configuración, por ejemplo, del programa humanitario o del programa de la organización de los derechos humanos, crea un canal muy contundente por el que la religión viaja y se encuentra “de cara” con el colectivo.

La democracia es un sistema de organización social-político, y su “espíritu” está básicamente encaminado, hacia el establecimiento de un bien colectivo, y es interesante que el factor religioso –mediante su ideal de “solidaridad”- penetre este tipo de ideologías. Mardones plantea, que la democracia y la religión, comparten ese mismo afán de “centrar al hombre en lo verdaderamente importante”, que en este caso sería, la concentración de todos los esfuerzos humanos en el bien de la sociedad, y no en distracciones colectivas como el consumismo, y lo anterior dicho es planteado por Cardones bajo las siguientes palabras: “Sin ciudadanos con la mirada, con la atención educada, no superaremos la mayor forma de distracción colectiva de nuestra sociedad moderna: el centramiento en el dinero y el consumismo. Desde este punto de vista, la aportación de la tradición religiosa que eduque a mirar los rincones oscuros de nuestra sociedad (B. Brecht), a no centrarse en los propios intereses, cumple una función fundamental para la actitud moral básica, el talante, que requiere la vida democrática responsable” (CARDONES, 1995; 5). Tanto el factor religioso como el factor democrático, logran conexiones casi fantásticas, y con un medio común: el colectivo.

El texto de Cardones es interesante, debido a que logra plasmar de manera pragmática, algunos de los tantos canales por los que la religión “trabaja” a la sociedad. La religión vive y se esconde, a través de las costumbres regionales y manifestaciones culturales, que aún sin saberlo, han sido modificadas inevitablemente por el mundo sagrado.

Numero de palabras: 885

Link:
http://biblioteca.itam.mx/estudios/estudio/letras42/textos2/sec_5.html

Marcel Gauchet:"el desencantamiento del mundo:una historia política de la religión"

MARCEL GAUCHET: “EL DESENCANTAMIENTO DEL MUNDO: UNA HISTORIA POLÍTICA DE LA RELIGIÓN”
RESEÑA, PARTE I: LA HISTORICIDAD DE LO RELIGIOSO

El artífice de este texto es Marcel Gauchet, filósofo francés nacido en el año de 1946 en Poilley (Manche); actualmente Gauchet lidera algunas de las investigaciones más importantes en temas variados, y por ello es el actual director del centro de investigaciones políticas “Raymond aron”, y es redactor jefe de la revista francesa Le débat. En la pequeña parte de este gran texto, Gauchet resume en cortas palabras lo que para él es la religión, y sobre todo, la importancia que ha tenido la institucionalización de ella, en la formación y madurez de las sociedades. Gauchet propone que la función religiosa es incluso, una subdivisión de la función simbólica de nuestra realidad; otro de los planteamientos de Gauchet es justamente ver a la religión como un fenómeno invariable, que obliga a ser referido a las condiciones mismas de existencia humanas; otra de las ideas importantes que Gauchet propones, es que la religión se traduce en una relación de negatividad del hombre contra si mismo.

Desde tiempos milenarios se ha querido conocer, si la religión hace parte innata de la vida humana o si es solo una institución externa a ella, que solo suele afectarle, pero en pequeña medida. Gauchet propone a la religión, no como un factor externo al propósito humano, sino como una subdivisión interna de una función simbólica (grupo en el que se integra toda la realidad humana), y ello lleva a pensar en la religión, como el factor mas importante en la explicación de los fenómenos culturales, políticos, sociales etc.… que el mundo vivió y sigue fomentando a través de los tiempos. La proposición de Gauchet es realmente fantástica, al darle al factor religioso igual importancia que la educación, en la formación, madurez y desintegración del ser humano.

Si se remiten a los procesos políticos, culturales y sociales más importantes que han acaecido en el mundo desde tiempos antiguos, es interesante notar que aún se encuentra el factor religioso dentro de cada uno de estos acontecimientos. Gauchet plantea a la religión desde un fenómeno constante, permanente e invariable en la historia, que altera cualquier sociedad humana subyugada bajo las tradiciones sagradas, y lo anterior puede ser descrito en la siguiente cita: “fenómeno original que encontramos tan lejos como podamos remontarnos en el tiempo de los hombres; fenómeno universal, del que no conocemos ninguna sociedad que haya escapado; fenómeno recurrente, del que podemos discernir su influencia, cerca de nosotros, hasta en los movimientos de inspiración fundamentalmente antirreligiosa, como las empresas totalitarias: ¿no parece atestiguar todo que estamos en presencia de una de esas ultimas constricciones inherentes al ser-conjunto, siempre igual a si misma, en ultima instancia, y cuya sola necesidad trataríamos de desprender de la proliferante y metamórfica diversidad de sus manifestaciones? (GAUCHET, 2005;31). Las proposiciones de Gauchet, destacadas con anterioridad en la cita, dejan entrever innumerables características del factor religioso, y la forma como tal elemento logra renovar las mas importantes y cerradas instituciones formales e informales que han existido y han sido modificadas por el factor religioso; sin religión, la historia no podría explicar, ni tan siquiera analizar el mundo bajo sus dominios.

Para algunas personas, la religión no sirve para nada más que para crear un “desespero” constante en el ser humano, una situación de tristeza que se basa en el hecho de la incertidumbre de no saber ni de donde viene, ni para donde va. Gauchet propone a la religión como ese factor culpable en el fenómeno de “el hombre contra si mismo”, como ese elemento formador de la incertidumbre que muchos viven hoy en día, tratando de explicar sus orígenes, desde innumerables hipótesis, y lo anterior lo destaca bajo la siguiente cita:”La religión, en el sentido verdaderamente sustantivo del término, es la forma en que será socialmente traducida y materializada una relación de negatividad del hombre social consigo mismo” (GAUCHET, 2005; 32). Es para Gauchet la religión, ese “hombre” capaz de burlarse de sus coterráneos, quienes desean saber de una vez por todas si es ese hombre o es la ciencia quien le puede dar sentido a su vida.

La religión ha de ser tratada con la delicadeza e importancia mas posible dentro de los términos históricos de cada pueblo; los momentos históricos no pueden ser estudiados, apartando de sus entrañas el factor religioso, quien al ser definido como un fenómeno histórico, tiene un comienzo y un fin, y aunque la edad humana evolucione bajo sus entrañas siempre estará allí escondido, ese “hombre” llamado religión que cambiará de curso, una vía ya preestablecida por la naturaleza y el destino.

Número de palabras: 756